Kind of blue: los temas

Seguimos hablando de este disco.
Lo siento. No puedo dejarlo, y la entrada anterior se me ha quedado corta. Otra semana prometo hablar de otra cosa.

Los temas de Kind of blue uno por uno:


1. SO WHAT

So what comienza de una forma atípica en el jazz, con la sutileza y la elegancia del piano de Bill Evans, que nos recuerda su formación de pianista clásico, introduciéndonos en el tema. Luego, como por encanto, se superpone el contrabajo, Paul Chambers majestuoso, feérico, esbozando la melodía, magnífica en sus líneas pero extremadamente sencilla en su composición interna. un tema que se repite al final en forma de cadencia que pone un fin glorioso y redondo al tema. Es uno de los punteos más admirados y repetidos por los bajistas. Sting en su gira Broken Music del 2006, durante una larguísima versión de Roxanne que sobrepasa los diez minutos, introduce un solo de bajo que no es otro que el de So what. De igual manera, aparentemente desordenada, un joven Miles va dosificando las notas con una madurez escalofriante, poniendo los puntos sobre las íes sólo cuando es preciso, sacando brillo a las improvisaciones de su sexteto. Es pura magia, no sé si me entiendes. Si te has enamorado alguna vez de la música entonces seguro que el jazz te seducirá y Miles Davis, bueno, Miles Davis te meterá directamente en la cama.
El resto es ritmo e improvisación. Cuando Miles entra es casi un solo y el resto de los metales no hacen otra cosa que rondar alrededor de la batería de Jimmy Cobb durante todo el corte, fingiendo no improvisar, cuando lo que en realidad escuchamos no es una composición, sino genio, espontaneidad, frescura.
Y luego, bueno, ahí está. Cabalgando sobre el ritmo, Coltrane se prueba a sí mismo, como si intentara dejar claro que un día de estos va a dejar a Davis para grabar con su propia formación, pero en el jazz todos son solistas y en Kind of blue está demostrado. Evans, Coltrane, Chambers, Jimmy Cobb, que aguanta la tensión marcando electrizantemente sutil el ritmo con los platillos, “Cannonball” Adderley sobresaliendo con su estilo hardbop de los 50, ese saxo alto imbuido de un erotismo que se hace más procaz con cada compás y, por encima de todos, la trompeta de Miles, expectante, egoísta y genialmente tacaña, dosificándose a tales extremos que sólo de cuando en cuando se deja oír para poner el sello distintivo a las secciones más bellas, como un arquitecto que pone su firma a un proyecto levantado por el mejor grupo de artistas de todos los tiempos.

2. FREDDIE FREELOADER

Freddie Freeloader es de una estructura muy similar al tema anterior en lo simple. La batería sigue llevando y cohesionando al grupo. Wynton Kelly (en lugar de Evans) está fabuloso en un solo incluso prematuro, al que sigue la trompeta y un Coltrane que da sentido al tema. Si tuviera que elegir un corte para oír a Coltrane en este disco elegiría este tema. Como ocurre con el primero, acaba volviendo a su estructura original, decadente, perfecta.

3. BLUE IN GREEN

No sé qué decir de Blue in green. Fue el tema que elegí como sintonía cuando hice mi primer programa en Radio Moguer. Es demasiado perfecto. Miles apunta ese estilo que bordaría en los 90 (experimentos electrónicos pseudomusicales aparte) regalando las notas con tacañería, a cuentagotas, escasas como diamantes. Un lujo. Es el corte más breve, pero también el más elaborado, matemáticamente perfecto y conciso. Si a esto le unimos el protagonismo absoluto del piano, comprenderemos por qué se atribuye a Evans la autoría de Blue in green.

4. ALL BLUES

All blues es eso, un blues en 6/8. Si no fuera mi disco preferido diría que este es el tema que me gusta menos. También es el más cercano, a mi parecer, al hard bop. Aquí es Miles el protagonista, dictando las claves de la libre melodía. La batería también goza de libertad, ya que la base rítmica no es constante, lo que nos permite apreciar la calidad de Jimmy Cobb.

5. FLAMENCO SKETCHES

Este tema siempre ha sido el último de mi lista. No porque tenga algún defecto sino simplemente porque simboliza lo que los americanos (y, en general, los extranjeros) entienden por “Spain” o sea: flamenco y nada más. Esboza precisamente eso, un aire un tanto lacónico de flamenco jondo que luego desarrollarían por separado Trane y Miles en discos tan dispares y a la vez tan similares en en el fondo como Olé Coltrane y Flamenco Sketches.
Nuevamente es el piano el que abre el tema dando paso a la trompeta de Miles. Es el esquema habitual: piano, trompeta e improvisación sobre el boceto. En este caso, el experimento queda algo pobre hasta que irrumpe el saxo en lo que prácticamente es un solo. La atmósfera de este tema es muy distinta al resto del disco. Se acusa la mano de Evans en los arreglos (muchos aseguran que en la autoría del tema). Quizás también el aire flamenco, muy al estilo de las saetas y la música de semana santa en general, influyan en esta percepción cualitativa.
En cualquier caso, el tema es una conclusión un tanto fuera de lugar para un disco tan redondo. En mi opinión, siempre vehemente, hubiera encajado mejor al principio de la segunda cara (hablo del LP) o como tema central del CD.
El corte termina con el piano, tal como comenzó, retomando esa estructura circular que hace tan redondo al resto de los temas.

Ahí termina el disco y uno quiere ponerlo de nuevo. Yo hace tiempo que me quedé sin aguja para el giradiscos y estoy oyendo el CD. No sé si encontraré la aguja o me compraré un plato nuevo (tengo demasiados vinilos buenos). También he visto en la red que se ha editado un SACD de Kind of blue, o lo que es lo mismo, una remasterización que permite oír el disco en 5.1 com si estuvieras en el estudio mientras grababan el disco... No sé si estoy preparado para eso. En realidad, no. La tecnología me supera y mi lector de dvd no admite SACD's. Qué se le va a hacer.
En fin. Espero vuestros comentarios. Ya sabéis. Esto son sólo opiniones personales.

KIND OF BLUE

La obra maestra

KIND OF BLUE es el mejor disco de jazz de la historia. Puede sonar pretencioso o exagerado. Lo es. Es el mejor disco de jazz de la historia. Y no sólo porque sea el disco de jazz (en estado puro, sin mezclas remezclas o zarandangas modernas) más vendido de la historia.

En Kind of blue confluyen el genio de Miles Davis, la inteligencia de unas composiciones que Miles confió en sus músicos como un padre da unos consejos a unos hijos en los que confía, la elegancia de Bill Evans… Kind of blue está en la cima del jazz. Haciendo una extraña pirueta con las palabras, es cuestión de equilibrio. En los temas de este disco se aúna y equilibran todos los estilos de jazz inventados hasta entonces. Si lo escuchas en vinilo, el placer ya es insuperable.

Completan el combo: Bill Evans, al piano (sustituido por su amigo Wynton Kelly en Freddy Freeloader); Paul Chamber, al bajo; Jimmy Cobb, a la batería; John Coltrane, al saxo tenor y Julian “Cannonball” Adderley, al saxo alto.

Editado en agosto del 59, supuso el clímax del jazz modal del que Miles venía hablando desde Milestones, nada de improvisar a partir de los tonos y de la melodía con progresiones de acordes: se trataba de trabajar a partir de los modos (escalas). Según cuenta la leyenda, Miles llegó al estudio de la Columbia en la Calle 30, un edificio de techos altos que había sido usado por los inmigrantes rusos como iglesia, el 2 de marzo de 1959 con unas partituras que había escrito durante la noche y las repartió a los músicos.

Eran cinco composiciones totalmente originales. Nada de standards ni ensayos: improvisación. ¿No es esta la esencia del jazz? Como escribe Evans en la contraportada del LP, ninguno de los músicos había ensayado ni siquiera leído las partituras antes de grabar. De hecho, Miles las había compuesto la noche antes, una por una. No eran partituras completas, sino breves esbozos de unas melodías sobre las que los músicos debían aplicar las normas de la improvisación modal y su propio genio. Sólo un corto ensayo y a grabar. Un subterfugio tan arriesgado como brillante para conseguir que los artistas se centraran en su interpretación. En un combo tan pletórico de luminarias del jazz como el de este disco, podría haber ocurrido de todo, pero el resultado es simplemente fabuloso.

Desde el comienzo aparentemente clásico (Bill Evans se había formado académicamente en la música clásica), con esa línea de bajo a la vez elegante y seductora, la música nos envuelve en una atmósfera perfecta, vital, redonda, donde todos los temas encajan unos con otros sin distorsiones, como si no hubieran sido creados como piezas individuales sino como una obra de conjunto.

Cinco temas que aún hoy siguen sorprendiendo, que siguen siendo imitados, versionados, un disco que se regala y se disfruta; un icono, y no sólo del jazz: el cine ha usado a Miles y especialmente los temas de Kind of blue en infinidad de ocasiones. Sin ánimo de ser exhaustivos, pongamos unos ejemplos: todo el mundo recuerda que el personaje de Julia Roberts en “Novia a la fuga”, película que me obligaron a ver, regala al de Richard Gere un vinilo de Kind of blue, aunque el tema de Miles que suena en la película es It never entered my mind; So what suena en “Pleasantville” (1998) de Gary Ross, en “Bésame antes de morir” (1991) de James Dearden y en “Absolute beginners” (1986) con letra; podemos oír Blue in green en “Levity” (2003) de Ed Solomon; el personaje de Clint Eastwood, singular jazzmen, en “En la línea de fuego” (1993) en una escena del film deja las llaves junto a la portada de Kind of blue mientras se escucha All blues; Flamenco sketches está en la banda sonora de “Una historia del Bronx” (1993) dirigida por Robert de Niro, en la de “Sneakers: los fisgones” (1992) de Phil Arden Robinson y en “Basquiat” (1997). Casi todas son películas de los últimos quince años, lo que demuestra la vigencia del disco, aunque sólo sea como icono.

Y todo ello creado en dos sesiones. Parece increíble. La segunda tuvo lugar en abril del mismo año. En total, nueve horas de grabación que dieron lugar, a una obra maestra. Como ya hemos dicho más arriba, Miles escribió los esbozos de los temas durante la noche antes, aunque se dice que el propio Bill Evans tuvo que ayudarle a retocar estas partituras improvisadas para que los músicos pudieran tocar a partir de ellas. De hecho, hay quien cuenta que Blue in green es una composición de Evans, así como parte de la autoría de Flamenco sketches, y cada músico puso lo suyo, pero en definitiva ¿no son todas las grabaciones de jazz creaciones corales?

Recomendable:
Ashley Khan Miles Davis y Kind of Blue, la creación de una obra maestra (Alba Editorial, 2002), con prólogo del baterista Jimmy Cobb.

Empezamos con un solo


Bueno, aquí está.

Es un blog de jazz, o eso se supone. No soy músico ni un entendido, a pesar de que poseo cientos de discos de jazz y asisto a todos los conciertos que puedo. Soy, simplemente, un enamorado.

Aún no sé cómo será el blog. A fin de cuentas, es como un hijo y los hijos los educas y luego caminan por donde quieren.

Por supuesto, se aceptan sugerencias y comentarios.

Saludos desde el sur.